Canasta de dulces mexicanos

Desde tiempos remotos los pueblos de la tierra conocían y saboreaban la miel y algunos otro endulzantes. Era tan apreciada que algunas civilizaciones como la Maya y la Mexicana la consideraron elixir divino.

Cuentan los cronistas de la conquista que en el enorme mercado de Tlatelolco se vendían todo tipo de mieles como la de maguey, la de avispas y la miel de hormigas; también se podían encontrar dulces como pinole la melcocha de tuna, palomitas de maíz o totomozcli, chicle, amaranto pintado y por supuesto cacao para preparar el chocolate que se hacía con agua y se bebía en jícara.

Cuando llegaron los españoles a México trajeron la caña de azúcar, junto con las almendras, las nueces, los piñones, la canela y el anís de Egipto y muchos productos más que fueron mezclados con los frutos de México como la vainilla, tejocotes, capulínes, las tunas, las guanábanas, los chicozapotes y las pitayas asi se dio una forma de mestizaje en la elaboración de los dulces, estos se hacían principalmente en las cocinas de los conventos, ahí surgieron muchas golosinas que hoy conforman la amplia y variada dulcería mexicana que deleita a niñas y niñas de todas las edades.

Cada región del país tiene sus propios dulces: Monterrey tiene sus glorias de Nuez, en Acapulco hay greñudas de coco y sombreros de tamarindo, ates hay en Morelia y en Yucatán dulce de Nance y mazapán, alfajor de coco en San Juan de los Lagos, huesitos de melcocha y trompadas de Aguascalientes, en Puebla hay camotes, en Guanajuato Charamuscas, membrillete y pepitorias, arrayanes en Gadalajara, huevitos de faltriquera y varitas de tejocotes en el Distrito Federal, en Pueblo de Bernal dulces de leche, alegrías y dulces cubiertos de Tlayehualco y en Jalapa dulces de almendra y de pepita... en fin, México tiene de norte a sur de este a oeste, mil dulces sabores ¿a poco no se te antoja?

¡VIVAN NUESTRAS TRADICIONES!